La rodilla es una articulación compleja, necesita de los meniscos para que las superficies se deslicen de forma congruente, una rótula que la asegura por la parte anterior y unos ligamentos de deben fijarla pero al tiempo permitirle movilidad y todo, para sólo unos 120º de flexión y extensión en un solo plano.
Sin embargo, recibe gran cantidad de cargas, presiones y tracciones, sobre todo en una vida deportiva. Las estructuras que más sufren son las superficies articulares, meniscos y ligamentos. Con un buen reforzamiento muscular y de trabajo propioceptivo, podemos evitar en gran medida estas alteraciones y mejorar la salud nuestras rodillas para una práctica deportiva a largo plazo.
La rodilla se encuentra asegurada por delante por el potente tendón rotuliano donde termina el músculo cuádriceps y posteriormente, se encuentran los músculos isquiotibiales y el tríceps sural.
Los meniscos están sujetos a la tibia por la parte final, esto hace que tengan cierta movilidad.
Al producirse el movimiento de flexión, los meniscos se desplazan hacia atrás. En movimientos bruscos o agresivos esto puede ocasionar que los meniscos se queden aprisionados por los cóndilos del fémur ocasionando su rotura. Al no tener terminaciones nerviosas ni vasos sanguineos, al romperse no se nota un dolor agudo pero si molestias en la zona. Dependiendo el grado de rotura se interviene para eliminarlo.
El cuadriceps es el encargado de la extensión de rodilla, por lo tanto se ve implicado en toda acción de esta articulación.
En deportes como fútbol, es el encargado de dar potencia en el momento del golpeo.
Trabajos.
Su trabajo es necesario en cualquier deportista; se puede trabajar de forma aislada en máquinas, pero es muy importante su trabajo en ejercicios no tan analíticos. Son mejores opciones ejercicios como sentadillas, zancadas, multisaltos o pliometría.
Riesgos articulares.
- Situaciones de impacto repetitivas como carrera y saltos, mal gestionadas, provocan elevadas compresiones en el cartílago pudiendo provocar condromalacia con degaste y rotura irreparable.
- En ocasiones aparece la tendinitis rotuliana con dolor a la palpación en la parte inferior de la rótula o al subir o bajar escaleras. Los gestos de rotación son los causantes de rotura de ligamentos cruzados.
- Si quieres optimizar la recuperación de músculos y ligamentos y mejorar la elasticidad tras un sobreesfuerzo, los mucopolisacáridos y el ácido hialurónico puede ayudar, además de conseguir aliviar el dolor.
Ejercicios.
Deben tener el objetivo de proporcionar capacidad estabilizadora a la rodilla y fortalecer los músculos cuádriceps e isquiotibiales. Hay multitud de ejercicios que puedes realizar sin necesidad de grandes medios materiales de trabajo.
Para fortalecer.
- -Inclinación de rodillas: De rodillas, realizar un movimiento único de flexión y extensión de la rodilla. Además del desarrollo de la fuerza, existe un importante estiramiento excéntrico.
- -Zancada a una pierna: Aunque es un ejercicio general, el cuádriceps es el que recibe gran parte de la extensión de la pierna adelantada.
- -Sentadilla si-si: Una modificación de la sentadilla para localizar el trabajo en el cuádriceps. Consiste en realizar una sentadilla con el único movimiento de la flexión de las rodillas.
Para estirar.
- El ejercicio más cómodo y seguro es tumbado prono acercando el talón hacia el glúteo. Una posición muy efectiva pero que necesita un cierto nivel de fuerza, estabilidad y control postural. Con las piernas separadas, flexionar las rodillas al tiempo que se intenta tocar el talón con la mano contraria.